Mostrando entradas con la etiqueta BLOG. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta BLOG. Mostrar todas las entradas

miércoles, 7 de agosto de 2024

HOME


 

Hace tiempo que no voy dónde quiero, sino donde tengo que ir. 

Las circunstancias y las venganzas de un cierto mequetrefe, así lo ordenan, y yo, que detesto mentir, le pongo al mal destino buena cara y le sonrío, me sonrío, nos sonreímos y nos concentramos para juntos, conjugar el verbo sonreír desde todos los ángulos imposibles y en todas las direcciones posibles.

Por dentro, sin embargo, pienso que las circunstancias son unas perras malditas sin sentido del humor y que no merecen ese esfuerzo, la única persona que lo merece es la dueña de la manita que se entrelaza con la mía para cruzar las grandes avenidas mientras nos dirigimos, sin ganas, a esos destinos indeseados. Recuerdo otros momentos, cuando yo decidía en qué cama dormir, en qué tren subir y dónde bajar. Sin horarios, sin explicaciones, sin prisa, sin nadie esperando en casa, sin teléfono celular, sin ruedas en las maletas, sin internet, sin reptilianos, sin vídeos de gatos ni gafas de cerca ni  hijos.

Eran otros tiempos, otras circunstancias, otros cielos, otros zapatos. Todo era otro, hasta yo misma era otra. Hoy en día, cuando mí teléfono me pregunta dónde quiero ir, y mi red social se interesa por lo que estoy pensando, me quedo analizando en como han cambiado las cosas y en lo absurdas que parecen a veces,  cuando la pregunta más cariñosa del día te la hace el programador de una aplicación a quien nunca verás y la más absurda, una psicóloga que no te conoce de nada y a quien le importas menos aún, y que ni intenta poner cara de inteligente para esconder el tedio que le producen tus respuestas.

Me vienen a la cabeza una lista de interminable de lugares a los que no deseo ir y a los que somos arrastradas mis hijas y yo por las circunstancias y sólo se me ocurre uno a donde sí me gustaría ir: "a casa". Y no esa casa de tejas y ladrillos situada en la calle tal número cual, sino a la casa esa que los ingleses llaman home y que yo identifico con ese estado de espíritu que te invade cuando te levantas sin miedo, vives sin temer al nuevo golpe que la jornada te tiene reservado y te vas a dormir en paz.

Ese estado de "hogar" dónde cuando tu niña te pregunta dónde vamos, le puedes responder con tu mejor sonrisa:

- Dónde tú quieras, preciosa.

Porque no hay circunstancias endiabladas, propiciadas por un indeseable, que te obliguen a arrastrarla  a lugares dónde nadie quiere ir.

Isabel Salas





lunes, 19 de febrero de 2024

S.O.S. MATERNIDAD








Como siempre he hecho, busco en la lectura compañía, consuelo, sabiduría o diversión, y como suele suceder, encuentro un poema que pone mis sentimientos en palabras.

Seguramente, Rubén Darío no estaba pensando en la maternidad cuando escribió esos versos, pero yo, que vengo luchando desde hace años por el derecho de las madres a proteger a sus hijos, encontré en sus palabras el fiel reflejo de lo que tantas mujeres están viviendo por culpa del tratamiento que se da a la maternidad en los juzgados de familia. Especialmente cuando se trata de familias donde se han vivido situaciones de violencia y de malos tratos y se tiene la mala suerte de caer en las manos de un sistema machista y patriarcal que, cruelmente, finge defender los derechos de los niños imponiendo el contacto no deseado de estos con sus padres abusadores.

A la violencia doméstica, verbal, física o sexual, previamente sufrida en casa se une entonces la violencia institucional.

Una justicia lenta y colapsada que  hace que a los años de terrorismo intrafamiliar le sigan, despues, otros años de sufrimiento y de desgaste emocional, psicológico y patrimonial con los que el maltratador encuentra la manera de seguir maltratando a su familia.

Miles de mujeres acuden al sistema buscando protección para ellas y sus hijos, tal y como las campañas incentivan y en vez de ser protegidas, son acusadas de mentir e incluso de estar enfermas y sufrir el trastorno que inventó un pederasta llamado Richard Gardner en la década de los ochenta,

Obligan a los niños a callarse y los dejan imposibilitados de pedir ayuda amparándose en algo llamado el secreto de justicia y también obligan a las madres a guardar silencio sobre los procesos judiciales, negándoles así la posiblidad de pedir ayuda o hacer una denuncia pública de lo que están sufriendo.

En los juzgados de familia de varios países, se usan inventos como la constelación familiar o el inexistente síndrome de alienación parental para obligar a los niños y a sus madres a pedir perdón a sus maltratadores bajo la amenaza de ser separados caso no colaboren, se insta a las madres a desmentir sus acusaciones de violencia y abuso intrafamiliar, se asusta a los niños con apartarlos para siempre de sus madres si insisten en decir que no quieren ver a sus padres, se burlan de sus sentimientos y a ambos les aplican, en fin, la cruel terapia inventada por Gardner y que él mismo llamó terapia de la amenaza, sin intentar disimular cómo y de qué manera actúa la supuesta y maldita aberración que se sacó de la manga para proteger el mayor interés de los pederastas como él.

A muchas personas les cuesta creer que esto sea posible y lo entiendo, a mí misma me costaría hacerlo si no fuera porque lo estoy viviendo muy de cerca.

Me preguntan a menudo porqué publico tantas cosas sobre violencia doméstica e intrafamiliar si podría estar escribiendo otras cosas, y la respuesta es muy sencilla, escribo sobre lo que me interesa, sean orgasmos, besos, o malostratos y  lo hago espontáneamente y cuando el cuerpo me lo pide, sin un plan específico o un objetivo determinado.

A veces la inspiración llega recordando un beso, comiendo un helado con mi hija en la playa o leyendo poesía.

Como hoy, leyendo a Rubén Darío, sin poderlo evitar pensé en como la relación madre e hijos está siendo enlodada en  algunos juzgados por profesionales sin escrúpulos y como esos niños y esas madres conocen el valor de su amor, ese diamante que los demás tratan de dejar churretoso y sucio. Un amor precioso del que se burlan llamándolo enfermizo y al que amenazan sin compasión.

Dicen en Brasil que la boca habla de lo que el corazón siente y yo añado que los dedos escriben de lo que el alma padece. La poesía siempre es una puerta que me transporta a mi mundo interior y muchas veces, como hoy, me sirve de inspiración  para escribir.

La maternidad es parte de mí, como los besos que he dado y los que aún tengo guardados, como es parte de mí escribir y como también es parte de mí luchar por lo que creo justo. No tengo ejércitos pero tengo palabras y sustituyo soldados por textos, sean prosas como hoy o poemas como otros días.

Y me vienen a la cabeza, para terminar, otros dos versos mientras escribo; los he repetido mucho en mi cabeza estos días, como un mantra gandúl, son versos de Juan Mantero, poeta oscense, que me hacen recordar que la necesidad de ser valiente para defender aquello en lo que creemos, es indispensable: 

                                       porque las podré pasar canutas
                                       pero a corrales no me devolvieron nunca

Isabel Salas





viernes, 22 de diciembre de 2023

MI LUGAR AL SOL


Después de varias semanas sintiéndome un elefante en la cristalería, hoy por fin ha amanecido el día con el ruido acelerado de páginas pasando. Lo acompañaba un aire anaranjado de esos que lo pinta todo con colores de mesita de terraza esperando que lleguen los clientes. Me quedé feliz porque necesitaba recordar exactamente eso, que no todas las sillas estarán llenas cuando llegue al próximo lugar donde me esperan.

Me reconfortó la idea. Era una de esas ideas con música incorporada, olía a sábana caliente de sol y a tostada con miel. Su llegada sirvió para que pudiera sonreirle un tantito a mi alma malherida y animarla a empaquetar. 

Otra vez llega la hora de hacer maletas y de nuevo el viaje nos llama. Más trenes, más kilómetros, nuevos lugares nos esperan. Por enésima vez nos alejaremos de lo que no pudo ser y trataremos de llegar, a lo que sí quiera serlo. Dejaré atrás otro corazón rodeado de inexpugnables muros, y me esforzaré en olvidar como brillaban los ojos de su dueño o como me habría gustado que dijera mi nombre adornándolo con estrellas.

Detesto ese aroma de guerra perdida al que huelen algunos perfumes masculinos, impregna mi ropa de derrota y me hace temer que el destino se burla de mi, que de nuevo llego demasiado tarde y todos los asientos están ocupados, todo el pescado vendido y todas las esperanzas muertas.

Hoy amanecí con el propósito renovado y solemne de seguir caminando hasta encontrar mi lugar al sol: Esa silla que fue hecha para mí y me espera, vacía, templada y ansiosa.

Isabel Salas

domingo, 22 de octubre de 2023

LOTERÍA

MADRE 
Autor Joaquín Sorolla



En este cuadro de Sorolla vemos a su esposa Clotilde y a su hija Elena descansando tras el parto. Sábanas limpias que desde aquí, tantos años después y a tantos kilómetros de distancia, aún huelen a jabón. Ambiente acogedor, paz, ternura y esa suave atmósfera de promesa y de futuro que parece rodear a cada bebé y, que en este caso, ha sido mágicamente capturada por el talento del padre pintor de la niña recién llegada.

Es uno de "esos cuadros" que, cuando juego, con mi hija menor, a fantasear en cómo gastaríamos el dinero si nos tocara la lotería, no puedo resistir incluirlo en mi lista ideal de obras de arte, junto a la Virgen del velo y otras pocas obras que siempre creo que deberían ser mías y adornar mi casa.😇😇😇😇😇😇

Sin embargo ella dice que la lotería ya nos tocó cuando la vida nos juntó haciéndonos madre e hija.

Tiene razón.





lunes, 23 de mayo de 2022

VIAJE A TU MENTE



Me convidaste a entrar en tu mente y entré. 

Al principio con cuidado, andando de puntillas con miedos variados, de molestar, de dejar caer, de ser demasiado notada. Después de algunas semanas, se me olvidaron todos los temores y empecé a revolver. Acaricié suelos y paredes, levanté alfombras, me senté en todos tus sillones. Abrí tu nevera, me lavé en tu ducha, respiré tu aire.

Me regalaste una llave de papel y la acepté. 

Con ella puedo entrar cuando yo quiero y cuando no estás mirando entro a  jugar con  tus cosas. Cambio objetos de lugar en la cocina, mientras escribes en el salón duermo en tu cama y cuando sales a trabajar, riego tus rosas y ordeno tus revistas.

Anoche coincidimos los dos en tu pasillo.
No te enfadaste.
No me asusté.
No nos tocamos ni nos agarramos. 

Convertimos tu casa en un castillo encantado y apenas paseamos. Juntos anduvimos por cada estancia, abrimos los cajones, y olimos la fragancia de nuestros corazones perfumando el espacio entre tus letras.

Me gustó ese paseo, la compañía, el ruido de mis tacones en tu eco. Me gustaron las risas de los dos bailando juntas dentro de tus huecos. Me gustó estar allí, contigo, y prometo volver mientras tenga la llave prestada de papel. 

Me gustas tú.

Isabel Salas




jueves, 30 de septiembre de 2021

EL PREMIO



Los encuentros marcados son, a veces, como cartas trucadas, trampas mortales o arenas movedizas, y otras, son simplemente, la justa paga con que la vida nos premia la paciencia y la resistencia.

Eso eres tú: mi premio.

(Fragmento de EL PREMIO)


martes, 7 de julio de 2020

MIS LIBROS


Si te gusta mi trabajo, te gustarán mis libros. Los puedes adquirir en este link y llegan a tu domicilio vivas donde vivas. Tú escoges si los quieres en papel o en formato digital.
























miércoles, 13 de mayo de 2020

UN HOMBRE COMO TÚ


Un hombre caminaba despacito. Sin edad, sin prisa, sin destino ni objetivo. Iba pensando en sus cosas, sus cuentas, su auto, su corazón. Era un hombre deseoso, lleno de deseos sencillos. Deseaba dormir abrazado, deseaba una sonrisa al llegar a casa, un abrazo, un cómo estás. Un domingo feliz. 

Era un hombre cuidadoso. Cuidaba de su familia, de su casa, de su auto, de su perro. Cuidaba de sus cuentas, de sus deseos, cuidadosamente amarrados. Era un hombre con tiempo, tiempo para su trabajo, tiempo para su familia, tiempo para todos. Mucho tiempo. Tiempo para anhelar.


Era un hombre triste, triste con sus cosas, triste con su llegada a casa. Con sus domingos vacíos. Con una cama triste sin abrazos, un triste auto y su perro triste. Su triste edad, sus cuentas tristes y su triste corazón.


Era un hombre como tantos. Un hombre como mi vecino, como mi padre.Como tú, como tantos hombres tristes, que pasean despacio sus deseos sencillos, sin edad y sin prisa.


Isabel Salas










viernes, 8 de mayo de 2020

RAZONES DE SOBRA



Él, le explicó quinientas veces las mil razones por las que no podía amarla y Marta, lo comprendió. Cuando ella se alejó de él sin dar ninguna razón, Diego no lo entendió.

Parece que ninguna de sus mil razones lo convenció.

Isabel Salas

miércoles, 1 de abril de 2020

NECIO



Sebastián nunca había aprendido a tocar el piano, a apreciar la sabiduría de los refranes ni a pedir perdón.  Una verdadera lástima, pues el perdón habría hecho su vejez menos solitaria y el piano, sin duda, habría llenado su soledad de música.

Los refranes, tal vez, habrían podido evitar el desastre. Era sólo prestar un poquito de atención.

Isabel Salas

viernes, 31 de enero de 2020

KIKA


Cada día más sabia y mañosa, (también más cieguita) pero siempre compañera y dispuesta a todo por sus seres queridos, que somos mi hija y yo, ya que el resto de la familia volvió a Europa.

Desde hace meses duerme debajo de mi cama y ya no quiere quedarse fuera de noche. La verdad, me gusta este cambio y me agrada sentirla cerca. A veces suelto la carcajada, en plena madrugada, al escuchar las cosas que dice mientras sueña o al ver lo rápidamente que sale de de su escondite cuando suena el despertador, como si tuviera mucho que hacer y estuviera atrasada.

Apreciar el amor de los animales que viven con nosotros, sean perros, gatos o cualquier otra clase de mascota, es sin duda uno de los placeres de la vida.💙 En casa tenemos suerte de contar con ella, con su lealtad a prueba de bombas y con la paciencia que le echa a nuestros gatos.


lunes, 27 de enero de 2020

ALICIA EN EL PAÍS DE LOS SUEÑOS





Hace mucho tiempo alguien hizo soñar a Alicia, y ella, soñó.


Dócilmente, sin resistencia, como aquella otra niña del mismo nombre que persiguiendo un conejo cayó en el mundo de las maravillas, nuestra Alicia se dejó abrazar mágicamente por una ilusión bonita que, aunque irreal, la hizo feliz, le puso estrellas en los ojitos, le recordó sensaciones vividas en otras vidas y le permitió conjugar el verbo anhelar en cada suspiro de su alma enamorada.


Algo mágico e increíble se le ofrecía como concreto y posible, alguien le dijo ven, ven con total confianza, nada temas, soy de verdad, nunca miento, soy tu cura y tú la mía, contigo la noche oscura, se pierde en la lejanía.

Y ella, que se había olvidado de lo que era amanecer escuchando, alborozado, el latir del corazón del ser amado, se lo creyó. Extendió sus brazos, abrió su sonrisa y se lanzó al abismo con su vestido azul de luna y tul.

Sintió que por fin había llegado su momento, que el amor de los libros de amor que nada en las canciones románticas con sus aletas de luna, ese que desde niña había deseado encontrar frente a frente, por fin, se materializaba delante de ella y decidió vivirlo en plenitud, sin barreras, sin dudar de nada a pesar del miedo inicial que la hizo pensar en desistir de aquella perfección tan exageradamente perfecta que la hacía temer, a ratos, que fuese un espejismo.

Como tantas Alicias, antes y después de ella, dejó que los deseos nublaran su razón, y puso la música bien alta para dejar de escuchar la vocecita que sin cesar le decía que no , que aquello era mentira, que era un juego cruel, un oasis intangible, inmaterial e imposible.

Y como tantas veces pasa en las películas de terror, cuando más confiada estaba, y más segura de que aquel bello amor, era suyo y para siempre, la ilusión se rompió, la cortina de la realidad se hizo densa y él, su adorado compañero, simplemente se fue con otra y la dejó.

El viento tronchó la flor y Alicia, se despertó.

Isabel Salas


viernes, 17 de enero de 2020

VERANO


Un verano de mucha paz, con la posibilidad de estar revisando el próximo poemario y el final de la novela.

Hace tiempo que no empezaba un año con tan buenas expectativas y a pesar de que no todo lo que nos rodea está como nos gustaría en casa, todas sentimos que soplan buenos vientos y tenemos ganas de ir viendo como se suceden los próximos acontecimientos.

Tiempo de cosechar algunos buenos frutos y de dejar que otras cosas caigan por su propio peso. De ejercitar la paciencia adquirida y de imprimirle velocidad a lo que puede ser acelerado.

De tomar el sol, de descansar en la sombra y de agradecer por tanta protección y tantas maravillas. De escuchar música, de cocinar, de dejar que la Kika duerma bajo mi cama aunque no haya tormenta y de mimar a Pandora que cada día me saca una sonrisa (como mínimo) desde que llegó a nuestra vida.

Un buen verano, y muchas ganas de que todo salga tan bien como parece.

jueves, 9 de enero de 2020

UCRANIA


Durante esta última semana, alguien ha entrado trece veces desde Ucrania, (supongo que es la misma persona que ha entrado varias veces, ya que sería aún más extraordinario que trece diferentes ucranianos hubieran entrado a leerme).

Recuerdo que en el cole aprendí algo sobre la fertilidad de las tierras ucranianas, y que gracias a ello, en algún momento de la historia, Ucrania fue considerada el granero de Europa. Me llamó mucho la atención ese dato y hasta hoy lo recuerdo, como eso de que Mesopotamia significa tierra entre ríos o que la macedonia de frutas nada tiene que ver con Alejandro Magno aunque él era el rey de aquel lugar. Con más de cincuenta años, confundo a veces los datos y los hechos que hace tanto tiempo aprendí, pero hoy, fue lo primero que me vino a la cabeza cuando vi en las estadísticas del Blog las visitas que habían entrado desde allá, caramba, el granero de Europa.

Una entrada podría ser accidental, algo puramente fortuito, pero trece significan que alguien estuvo interesado y paseando entre las publicaciones un buen rato, y eso siempre me emociona mucho. Después de cinco años  y cuatro meses de vida bloguera aún disfruto como algo extraordinario que personas de tan diferentes lugares entren cada semana a leer mis poemas, mis cuentos y las cosas que publico.


No sé si eres un hispanohablante que vive por allá, un ucraniano que estudia español o alguien que vivió en Sudamérica. Sea como sea quiero desearte feliz año y agradecerte tus visitas. Justo ayer se cayó el avión ucraniano con ciento setenta y seis personas en Irán. Los investigadores intentan averiguar cómo sucedió el accidente, (si es que fue accidente)  y los que alguna vez viajamos en avión, imaginamos por un momento cómo debieron ser los últimos minutos de esos pasajeros y sentimos el corazón apretado.

El contraste entre la belleza de la poesía y la terrible realidad del accidente, entre mi alegría por tus visitas y la tristeza por los fallecidos y sus seres queridos, me hizo escribirte este post. Es, al mismo tiempo,  un saludo y un sentido pésame, una celebración de la vida y un adiós a los que perdieron su vida ayer.

Es también un convite para que vuelvas siempre y una manera de expresarte el deseo sincero de que, al saber que noté tu presencia, te sientas abrazado o abrazada. No nos conocemos pero tú me lees y yo recibo las notificaciones del blog que me hablan de tus visitas, nunca hemos hablado pero sí nos hemos comunicado. Mi impulso fue escribirte hoy estas palabras y con sinceridad, espero que te sientas tocado por ellas.

Un gran abrazo
                            
                                                                                         Isabel💜

domingo, 5 de enero de 2020

NOCHE DE REYES



Muchas felicidades a todos  los que gentilmente entráis en el blog, compartís las entradas con vuestros amigos y me mandais en privado comentarios o preguntas. A todos vosotros mis más sinceros agradecimientos por ese constante apoyo a mi trabajo y mis deseos de Paz y Salud para todos nosotros. 

Que el 2020 sea el mejor año que hayamos vivido hasta hoy. 

No sé vosotros, pero yo siempre he disfrutado mucho la Noche de Reyes, incluso cuando me enteré de que eran los padres e incluso cuando me mudé a lugares donde no se celebra. Les gusta más entregarles los regalos a los niños en Navidad que en enero y fingen que los trae Papá Noel, con sus renos, en vez de los tres Magos con toda aquella corte de pajes, camellos y la elegante parafernalia que la realeza sabe imprimirle a todos sus actos. En el fondo creo que todos saben que los tres Reyes tienen más poder, aunque sólo sea por el simple hecho de ser tres contra uno 😋💙, pero pocos lo reconocemos en voz alta.

Tengo que confesar que yo sigo escribiendo mentalmente, cada año, mi carta a los Reyes y todavía trato de convencerlos de que "he sido muy buena" y deben traerme todo lo que les pido como premio. Nunca me hacen demasiado caso, pero no desisto, (los que me conocen saben que hacerme desistir de algo es casi imposible). Sigo intentando ser buena y sigo buscando cada mañana de Reyes unas cajas con regalos al lado de mis zapatos. En las de mañana espero encontrar todo lo que les pedí para mis hijas, para vosotros y para mí.

Un gran abrazo y espero que este año sigan todos por aquí con buen humor y ganas de compartir poesía y amistad.

Besos



jueves, 21 de noviembre de 2019

RESEÑA ALICIA BARROSO


Reseña de Alicia Barroso

Lo he leído . 
Te diré que me considero unas de esas personas que , lejos de quejarse y dejarse llevar por la derrota , canto como tú cada vez más alto para superar " el ruido que la ciudad nos hace ". Es por eso que este libro me ha parecido un canto hermoso a la libertad , al optimismo , a la vida . No podía faltar también el amor . 

Estoy convencida de que todos nos vemos reflejados en algunos de tus poemas o en algunas de tus historias . Poemas dulces, sutiles que hablan del amor , del dolor , de la añoranza ...
Me gustò mucho esta frase " las faldas de las mujeres se levantan con risa ".
Un libro alegre , ameno , sentimental y próximo tal y como te imaginé a ti , su autora , al ver esos ojos tuyos .

Gracias Isabel .
Suerte y besos !











jueves, 3 de octubre de 2019

GATO


Al gato blanco intentamos ponerle Drako, en honor a Drako Malfoy, pero mi madre fue incapaz de recordar ese nombre inglés y lo empezó a llamar el "blanco" para diferenciarlo de su hermano, al que llamaba "el otro".

Los dos llegaron a nuestra casa en estado de calamidad, con tiña, muchas pulgas y más hambre que miedo. Ignoraban (entre otras miles de cosas), que habían llegado a nuestra vida con una noble misión, la de hacer que mi hija pequeña se olvidase un poco de las horas terribles que siguieron al atropellamiento de nuestro Cosqui, un tigrecito maravilloso y juguetón al que todos en casa, incluida nuestra perra Kika, amábamos. 




Aunque sé perfectamente que ningún animal sustituye a otro, no pude resistir intentar amenizar  la tragedia. Comprendo que cada mascota tiene su propia personalidad y su manera única de querernos, sin embargo, la muerte de Cosqui nos dejó a todas muy tristes, y pensé que una forma de paliar el disgusto sería adoptar otro gatito callejero que necesitase una familia. Cuando a unos niños se les muere una abuela u otro familiar no podemos salir a la calle a adoptar otro pariente, pero cuando pierden una mascota, sí se puede traer otra a casa que les haga sentir una alegría nueva. Esa sensación de novedad sirve para diluir un poco el desastre que nos llena el corazón ante la pérdida de un animal querido y en realidad sirve tanto para los niños cuanto para los adultos. 


Nuestros dos gatitos pasaron su periodo de adaptación. Y aunque la Kika nunca los quiso ni jugó con ellos como hacía con Cosqui, los dos nuevos miembros de la familia se integraron y se fueron recuperando de sus heridas y enfermedades. Se convirtieron en dos preciosos gatos, uno Blanco y fofo de ojos dorados y el Otro, rayado de ojos verdes, aunque éste, infelizmente, nunca respiró bien y a los dos años terminó muriendo de una complicación en la clínica del veterinario de la esquina.



Desde que su hermano murió y hasta la llegada de la gatita Pandora años después, el gato Blanco pasó a ser llamado de Gato y a ese nombre respondía cuando lo llamábamos, y digo respondía porque él hablaba con nosotras de muchas maneras. Para solicitar educadamente que le abriesen una puerta o para pedir agua fresca emitía diferentes ruidos y gorgoritos, así como para saludar cuando volvíamos de la calle, despertarnos, avisar que quería cariños o protestar por los abrazos apretados de Hélène. Dominaba distintos maullidos que usaba con mucha habilidad y poseía una personalidad ingeniosa y didáctica gracias a la cual, nos entrenó pacientemente hasta que todos en casa aprendimos a entenderlo.


Esencialmente era un gato inteligente y bueno que conforme el tiempo pasaba iba creando más leyes y normas a las que nos adaptábamos los demás con la urgencia de agradarlo y hacerlo sentir mimado. 



A cambio de tanto cariño él nos regalaba, a veces,  una sesión de ronroneo en nuestro pecho o de fotos para ayudar a vender mis libros como modelo, otras nos ofrecía un canto gatuno que recordaba el arrullo de un pájaro y en algunos momentos extraordinarios una sonrisa. Sí, una sonrisa de delfín con la que nos hacía sentir especiales y dignos. Una sonrisa de felicidad, de que bien lo haces, de que a gusto estamos, que iluminaba la casa y secretamente me emocionaba como si alguien me acabara de premiar con el galardón galáctico del reconocimiento al amor felino.


El Gato tuvo problemas renales después que mi madre regresó a España y esporádicamente, experimentó algunos episodios de mucho dolor  cuando expulsaba sus piedrecitas. Después se recuperaba y volvía a brillar, hasta que la última vez, hace unos meses, no pudo, fue incapaz de recuperarse y murió.


Ha dejado un agujero en el alma de nuestro hogar, que no conseguimos cerrar. Kika y Pandora tienen cada una su papel único e irrepetible, pero no pasa un día en que no echemos de menos a nuestro Gato, a sus maullidos de amor y al cariño que nos regalaba a chorros. Estamos convencidas de que si hay un cielo para los gatos, él estará cómodamente instalado en una nube mullida mirando el paisaje y amando cada rayito de sol.

La nube, por supuesto, la adivino contentísima de tener un invitado tan ilustre.

Isabel Salas


domingo, 4 de agosto de 2019

TIERRA PURA




Allí,  dentro del kaos interno que todos somos,  en medio del desorden de ruidos y lamentos, al lado de los gritos infernales de las dudas eternas, justo detrás del grupo de demonios hambrientos, consigo ver, que algunas personas por alguna razón, consiguen preservar un pedacito intacto, como el que tienes tú.

Un pedazo de algo donde no crece nada malo, el terreno sagrado. Ese suelo perfecto al que llamo Tierra Pura y que tú, por increible que parezaca, tienes.

Tal vez lo tengan todos, pero lo dudo.

Es tan difícil conservarlo que muchos no lo consiguen. Se contamina por tantos motivos y tantas circunstancias, que llegar a  viejo y preservar cada uno el suyo es una tarea casi imposible. unos pocos lo consiguen, por suerte o por sabiduría, por habilidad o por azar, y contra todo pronóstico, mantienen su pedacito de Tierra Pura para siempre.

Yo veo la tuya.

La veo como ven los niños los dulces de la confitería, a través del cristal, sabiendo que aunque no son suyos, existen, y tal vez un día, junten las moneditas que les permitan entrar a escoger el suyo. Yo junto estrellas para ti, por si un día me dices que la puerta está libre, la entrada franca y que el cielo de tu Tierra Pura  necesita mis estrellas para brillar mejor.

Isabel Salas




















jueves, 25 de julio de 2019

ABRAZAR


Me gusta mirar a los ojos que saben mirar a los ojos y tocar manos que saben tocar manos. Bailar con gente que adora bailar y reír junto a risas que suenan a verdad cuando se ríen. Me encanta besar bocas que adoran besar y acariciar pieles que saben acariciar. Hablar con gente que cuando habla dice cosas y abrazar.


Abrazar es tocar el alma enfundada en la piel, y la tuya, amor, abraza como me gustan los abrazos. Será por eso que mirar tus ojos, tocar tu mano y bailar contigo, siempre termina en caricias y besos, y será por eso que nos abrazamos mientras conversamos.

Y tal vez por eso, nuestra risa, a veces, se abraza también.


Isabel Salas