lunes, 16 de octubre de 2017

NARANJAS



No sé si aún te quiero.

Sé que te quise y tú lo sabes, te quise mucho y tal vez es verdad, como dices cada vez que me vienes a ver, que una parte de mí nunca dejó de amarte. No sé negarlo ni tengo argumentos para discutir.

Me siguen gustando las naranjas y me gusta verte llegar cada semana cargando una bolsita llena y esa sonrisa con la que anuncias"vitamina C", como si bastase invocar el poder sagrado de las vitaminas para olvidar estos años lejos de ti y regresar, como me pides, a tu corazón, como quien vuelve a casa.

No sé dónde se fue el amor, si está dormido como tú dices y se despertará como se despiertan los amores a fuerza de besos, o si se terminó y nada podrá hacer que brote el tronco seco que ya gastó todas las lágrimas llamándote a gritos en cada orgasmo lejos de ti. Tampoco sé mentirte, amor, me enseñaste a decirte siempre lo que sentía y así sigo, desnudando mi alma cada vez que te hablo, y confiando siempre en la inmortalidad de la pureza.

No se puede volver al pasado, afirmas, pero se puede leer el mismo libro años después siendo más sabio y tal vez sea verdad, pero mi libro ya no es el mismo, tiene más capítulos que cuando lo leíste y no todos son fiestas de cumpleaños. 

Tal vez debas leerlos todos, dejarme hablar, sin decir que no importa. Debo contarte todo lo que pasó para estar bien segura de que sabes quién te está hablando. Quién soy ahora y no quién fui. Es importante que entiendas en quién me transformé.

Entonces tal vez, cuando de verdad me mires con los ojos de ahora y yo sepa quien es el hombre que hoy me escucha, merezca la pena regresar a ti, sabiendo exactamente adónde voy y sabiendo tú quién soy en realidad.

Es cierto que tus besos siguen sabiendo rico, que Montaner sigue sonando mejor en tu coche que en cualquier escenario y que mi sonrisa sigue entrando enterita en la tuya cuando me muerdes, pero no basta eso para que las naranjas hagan milagros y anuden nuestras almas reatando los lazos que se desbarataron.

La vitamina C necesita su tiempo para actuar, y como sabes, tiempo me sobra y naranjas nunca te faltaron.

Mi zumo, ya lo sabes, con hielo y sin azúcar.

Isabel Salas

domingo, 8 de octubre de 2017

AMIGAS




Tengo amigas así, 
olas azules bordaditas de espuma
blanca y plata
que saben ser también
laguna
o catarata.

Valientes, decididas, 
atrevidas,
que juegan con las piernas de la gente 
que mira el mar 
sin atreverse a entrar,
por miedo que los lleve 
la corriente.

Tengo algunas amigas 
que saben inspirar sin imponer, 
saben estar y ser 
y saben, sobre todo, 
sonreír, 
como sonríen 
los que no tienen miedo de vivir. 

Esas amigas 
que lloran por lo mismo 
que yo lloro 
y desean lo mismo 
que deseo, 
son amigas que comparten
mi lucha 
y mis motivos 
y amigas cuya alma, 
calienta el mismo fuego.

Y me gusta saber, 
que esas amigas, 
levantan la bandera que levanto 
y sueñan con lo mismo 
que yo sueño. 

Saben ser compañera, 
y hombro amigo,
pañuelito prestado 
o escalera.

Isabel Salas


jueves, 5 de octubre de 2017

GARANTÍA



Hasta yo, que no soy de rezar, a veces siento esa necesidad imperiosa de dominar la magia, o conocer los rituales más secretos y poderosos que me permitan proteger el brillo de la mirada verde de mi amada hija. Sobre todo en días como hoy, cuando llega a casa y después de merendar, con la pancita llena, me dice que mire una foto que se hizo en el cole con una de sus amigas.

Sin poder evitarlo se llenan mis ojos de lágrimas por ese futuro inescrutable que planea sobre ella. Sé que su destino no está escrito, y sé que en él caben muchos posibles finales y demasiados diferentes capítulos.

Me gustaría tener el poder de escribirle la vida más feliz, más segura y más llena de amor posible y decirle que no se preocupe, que está todo bien y siempre lo estará, que le he llenado el futuro de momentos felices y de sonrisas. Me gustaría registrar ese libro, como registré los otros que escribí y poner en género literario, en vez de prosa o poesía, una palabra mágica que siempre me sonó a certeza y a honestidad, a apretón de manos cósmico con todos los dioses y sus ángeles: "garantía".

Recuerdo cuando era niña y aprendí su significado, como me pasé meses escribiéndola por todos lados mientras repetía, como un mantra sagrado, susurrando bajito, que lo que deseaba se iba a realizar con toda seguridad. La escribía en las suelas de mis zapatos gorila, en la parte de atrás de la lavadora y en el segundo escalón de la casa de la Calle Tercia. Allí vivimos dos años, y justo donde el ala de un ángel de hierro que adornaba la barandilla, daba un toque en el escalón yo me agachaba y con mi lápiz escribía en letritas bien chiquitas la palabra garantía.

Recuerdo que en una ocasión el vecino del primero, me pilló en pleno acto vandálico y me preguntó que estaba escribiendo. Aquel hombre se llamaba Joaquín y era muy mayor, al menos así me lo parecía. No recuerdo casi nada de él, pero sí que su mujer se llamaba Lola y que a veces me pasaba la mano en la cabeza cuando lo encontraba en la escalera y me decía "que niña tan educadita" cuando lo saludaba con un buenos días o un buenas tardes al cruzármelo.

Seguro que aquel día no le parecí tan educadita al pillarme escribiendo en el escalón de mármol blanco. 

Cuando le confesé que estaba escribiendo la palabra garantía, sonrió.

¿Y eso para qué?
- Pues para que todo salga bien.

Todavía recuerdo la carcajada que soltó antes de responder:
- Excelente idea Isabel, magnífica idea.

Me pareció sorprendente que "un mayor" pudiera estar de acuerdo con aquella magia infantil improvisada, pero me pareció tan sincera su risa y tan amable su gesto al tocarme el pelito que hoy al sentir esas ganas de escribir  garantía en el segundo escalón de la calle Tercia, número dos, para proteger a mi hija del futuro incierto, y poder prometerle que TODO saldrá bien, me hubiera encantado poder hacerlo y volver a encontrarme a mi vecino Joaquín Moreno para que me felicitara por mi magnífica idea.

Las buenas ideas son como las miradas de doce años, nunca caducan y siempre están llenas de magia.

Isabel Salas

sábado, 30 de septiembre de 2017

SOMBRAS


En la noche oscura del alma
falta la luna.

A veces
es tan negra como la calma, 
honda laguna.

Otras,
hay tenue luz
debajo de las sombras.

Y siempre...
después o antes,
amanece,
nace el día 
que todo lo clarea.

El sol sonríe,
te toma entre sus brazos
y te mece.

Isabel Salas

viernes, 29 de septiembre de 2017

VOLVER AL MAR



El mar, 
que siempre me estuvo esperando, 
abrazó mis pies 
y secó mis lágrimas, 
como hacen las cosas los mares, 
a lo grande, 
a lo azul, 
a lo profundo.

Y yo 
volví a ser la niña 
capaz de tratar de atrapar 
su alma de espuma, 
sonriendo,
como hacen las cosas  las niñas, 
a lo inmenso, 
a lo blanco, 
a lo rotundo.

Mientras él murmuraba, 
entre olas, 
palabras de amor 
plantando sonrisas en mi abismo abisal, 
yo intentaba volver a creer 
que, sin magia, la vida, 
es vacía, 
falaz e irreal.

Isabel Salas


Dedicado a Julia Ruiz, una de esas lectoras que pesqué en su día con un poema y que hoy forma parte de mi universo como yo del suyo. Las redes permiten  que quien escribe y quien lee dejen de ser desconocidos que se abrazan en un poema para ser mucho más.

Ponerle cara y nombre a alguien que se acerca a mi blog o compra un libro, es un privilegio que escritores de otros tiempos no pudieron tener  y agradezco mucho esa posibilidad.

Un abrazo Julia!




lunes, 25 de septiembre de 2017

TRES AÑOS


Hace tres años abrí este Blog con la idea de publicar un libro y el sueño secreto de que alguno de mis poemas se hiciera canción. 

Hoy ya son cuatro libros publicados y otros tres preparados para unirse a ellos, muchas canciones, la experiencia de haber presentado dos programas diferentes en Radio Digital y sobre todo, la satisfacción personal de ver como mis hijas dicen que su madre es escritora aunque a mí me parezca a veces un título demasiado grande y sea consciente de lo mucho que deberé esforzarme para merecerlo realmente.

Algunos sueños se cumplen y al hacerlo, nos enseñan que jamás es demasiado tarde, se expanden conforme se van materializando y nos invitan a seguir soñando con nuevas metas, nuevas posibilidades y horizontes lejanos, que no por difíciles tienen que ser necesariamente inalcanzables.

En el camino he encontrado zancadillas y manos tendidas, burlas y sonrisas de ánimo, amigos incondicionales, apoyos imprescindibles y otras personas que son como esos lugares de la Mancha de cuyos nombres, mejor no acordarse.

Me quedo con la parte positiva y todo lo que he aprendido en estos tres años sobre el mundo y sobre mí misma, y me quedo también con la alegría de ver a mis amigos Juan Mantero y Juan Carlos Tonatiuh, publicando sus primeros libros, dos hombres a los que conocí gracias a este mundillo literario en el que me muevo, de los que aprendo y a quienes admiro como personas y como escritores.

Tengo otros amigos y amigas que escriben, y con ellos comparto ese amor por la poesía que sólo entienden los que lo sienten. Espero poder leer también sus libros un día y que nuestros blogs y nuestra amistad sigan cumpliendo años y metas.

Mi blog completa tres años y eso me deja feliz, está rondando las 350.000 visitas y espero que sigan creciendo, que cada vez seamos más los amigos pescados gracias a los poemas y que el próximo año, cuando se cumpla el cuarto aniversario, yo pueda celebrarlo con mi familia reunida de nuevo y no como hoy, separados por circunstancias inevitables.

Gracias a todos los que me leéis, un beso a cada uno, a los que comentan, a los que me buscan por facebook para hablar conmigo, a los que me mandan emails contándome pedacitos de su vida para que yo los haga parte de algún poema y a los que no dicen nada pero están ahí, escogiendo venir de vez en cuando a leer a este Blog entre tantos como hay y se convierten por unos segundos en el "dígito" que me dice mira Isabel, una visita, alguien, un lector, un amigo, siempre un regalo.

Gracias.


AMIGOS REGALADOS

Algunas veces 
los amigos te regalan poemas.
Los traen como una ofrenda.
Lee.
Te gustará.
Como hizo Amparo.

Otras veces 
los poemas te traen amigos.
Amigos atraídos 
por lo que escribes.

Tus pensamientos, 
salen de tu cabeza vestidos con palabras,
sin manos que los guíen, 
sin g.p.s.

Entran en las cabezas de otras personas, 
que no conoces.
Y allí  sus sentimientos  
se anudan con los tuyos.

Tus versos se transforman
en hilos de pescar que pescan gente.
Gente que viene y te mira.
Te lee. 
Te analiza.
A quien le gustas 
por lo que has escrito.

Nuevos amigos pescados por poemas.
Regalados.
Traídos desde quien sabe dónde...
que vienen y se instalan.
Te saludan.

Entran.
Y se quedan. 



Isabel Salas


miércoles, 20 de septiembre de 2017

ESPEJISMOS


Tanto quise creer que eras mío, que lo creí a pesar de todas las evidencias en contra y todas las advertencias del mundo, de las amigas y del sentido común.

Miraba ese castillo encantado flotando en el calor del desierto y no comprendía que en los corazones desiertos, como el mío, los espejismos se clavan como si fueran agujas de verdad y no sombras flotantes temblorosas y calientes.

Como chinchetas en la manzana se clavan.
Como tú en mí, así aquel espejismo bonito se clavó en mi alma.

Yo me sentaba a mirarlo mientras tú te ibas al cine a ver otros espejismos más sofisticados, enlatados... fabricados por otros corazones más poblados y felices.

Más profesionales.

Tus palomitas eran de verdad y tu refresco, el perfume de la sala, el aire acondicionado y el asiento mullido, todo de verdad. Lo mío todo inventado por mí. Sin sala ni fresquito, sin asiento y sin entrada, pasé horas soñando con la película que yo misma rodé, dirigí y protagonicé contigo.

Sólo mis palomitas eran de verdad, como las tuyas.

Caseras, recién hechas y con el punto perfecto de sal.

Isabel Salas