jueves, 7 de octubre de 2021

FUMATA BIANCA


Es verdad que me gustan
varias cosas de ti.

La manera procaz
con que abordas asuntos
que alborotan y asustan.

Y esa forma eficaz, 
que tienes,
sin alardes, de señalar la llaga
y poner los difuntos en cuarentena,
en cuanto vas y vienes,
de la zeca a la meca
subiendo terraplenes bajo la luna llena,
o visitando harenes, 
después de haber salido
santificado,
de un templo azteca.

Y esa sonrisa franca,
llena de estrellas impredecibles,
que me regalas gratis,
sabiendo que no hay saldo
en mi tarjeta visa, 
ni puchero en mi caldo
y que mis alimentos,
son perecibles.

Y ese brillo en los ojos
a veces indoloro
y otras flotando inerte,
rielando entre despojos,
en tu piscina
saturada de cloro.

Y me gusta también
esa manera suave 
con que dices mi nombre, 
untándolo en tu pan, 
mientras no dices ven
ni me hablas sobre agua
ni me ofreces tu llave.

Pero quitas mi sed,
me quemas en tu fragua
me llevas a volar
y vuelvo a ser capaz de pilotar, 
de nuevo,
la desahuciada nave
que quiere regresar.

Y me gustan, 
por fin,
el tronco bendecido por tu hacha,
sacrificado para ser palanca,
y esa copa 
que brinda y emborracha.

Con ella izas, a la salud de Odin,
el rayo vengador,
de tu fumata bianca.

Isabel Salas

viernes, 1 de octubre de 2021

SIN CONDICIÓN



Ese momento
(glorioso)
en que el hombre
que te gusta,
te comenta
(receloso)
que un raro azar
lo atosiga.

Un tormento
(lo persigue),
lo fustiga
y lo castiga
sin que nada lo mitigue.

De él,
tan solo las más tontas
consiguen enamorarse,
seducirlo,
encapricharse
(perseguirlo)
y después, ante el descaso,
(joderlo)
y encabronarse.


Y también
te sientes tú
tonta igual
(a las demás),
antes de pestañear
y ponerte a elucubrar
si conviene persistir
o (si es mejor)
desistir.

Concentrarse en olvidar
y buscar 
alguien mejor
(con quien tus sueños cumplir)
que aún confíe
en el amor
y ajeno a la decepción,
libre de esa maldición,
te entregue su corazón,
sin ninguna
condición.

Isabel Salas

jueves, 30 de septiembre de 2021

EL PREMIO



Los encuentros marcados son, a veces, como cartas trucadas, trampas mortales o arenas movedizas, y otras, son simplemente, la justa paga con que la vida nos premia la paciencia y la resistencia.

Eso eres tú: mi premio.

(Fragmento de EL PREMIO)


sábado, 11 de septiembre de 2021

TODO LO QUE PASÓ






































Todo lo que pasó
pasó para poder pasar ahora
lo que está pasando.

Cada beso que te dieron o que diste.

Cada abrazo que perdiste.
Todos tus amores y los míos.
Cada lágrima llorada 
cada insulto, cada golpe,
cada caricia enamorada.

Todas las heridas con que heriste
o te hirieron,
herí o me hirieron.

Todos los sueños y esperanzas 
que salieron a comprar tabaco
y no volvieron.

Todo eso que pasó, que me pasó,
que te pasó,
que nos pasó por separado
sirve para intentar  ahora 
que las próximas cosas
te pasen a mi lado.

Voy de frente.
Sin trucos.
Con todas mis heridas, y  agujeros, 
mis golpes,
mis caídas antiguas  y mis nuevos deseos.
Con miles de  caricias atragantadas
y varios kilos 
de esperanzas resucitadas.

Estuve calibrando el tamaño del daño
del miedo de sufrir 
que ambos tenemos.

Pensé bastante rato 
y concluí
mirando el puto lado positivo
que tanto adoran 
los cabrones emocionalmente equilibrados,
que si es para sufrir,
ya nos pilla entrenados. 

Y si es para salir un gran amor
de todo este pasado 
tan lleno de desastres,
que sea cuanto antes.

Que sea bienvenido 
y dure lo que dure.
Como dice mi amigo Carlos Emiliano
si es para ser, que sea para mucho 
y no para un poquito
y para eso
mejor es agarrarse los huevos
 un tantito. 

Isabel Salas

domingo, 5 de septiembre de 2021

RESEÑA DE LECTORA (VENEZUELA)


DAYANA ROSAS



En mis lecturas a lo largo de mis experiencias, he leído muchos autores, nuevos y otros no tanto, pero ninguno como Isabel Salas. Esta mujer atrapa con sus pensaemas, como ella misma los llama.
Al leer su libro, El Canario y la Máquina de Coser, nos lleva a través de sus experiencias. En sus pensamientos, planteándolas de una forma muy suya, irreverente, directa, sincera y completamente lleno de personalidad. 


El inicio del libro es simplemente una delicia, una historia atrapante y que explica como una niña percibe su realidad y como se transforma y marca, exactamente eso es este libro, experiencia, transformación y marca. Las reflexiones siempre son necesarias y El Canario y la Máquina de coser está lleno de ellas.

Como esta excelente escritora lo dice: cuando siento que la persona es lo suficientemente valiosa para verme como soy. . . Entonces no hay cortinas. 

Tremendas palabras y muy exactas. No hay cortinas, se muestra tal y como ella es, sin importar el que dirán. Fuera tabúes, pura libertad.


No me resta más que decirles: LEAN EL LIBRO, atrévanse a conocerla, a intimidar con sus pensamientos y a ser libres a través de sus páginas. Una delicia que recomiendo a todos. Excelente libro y muchas felicidades a la escritora por su gran trabajo. 



miércoles, 1 de septiembre de 2021

EL ELEFANTE DE COLORES

Incluso un elefante puede soñar. No tengas miedo de hacerlo tú.

 
Había una vez un elefante que soñó que era un pez. Un pececito amarillo que vivía en el fondo de un mar tropical, lleno de colores y sabores.

Pasó horas y horas nadando, sintiendo la levedad de su nueva condición acuática, disfrutando aquella agilidad libre y danzante que su sueño le regaló. Se despertó feliz y agradecido. Renovado, creyéndose especial por haber tenido aquella oportunidad rara de vivir unas horas preciosas debajo del agua.

Desde entonces cuando camina por esas llanuras africanas con su manada y siente la espalda quemando y el paso cansado, él sonríe porque sabe que inesperadamente, cualquier otra noche puede suceder de nuevo. Espera ansiosamente la repetición de aquellas horas juguetonas.

Ensimismado en sus pensamientos no se fija que la sonrisa de los otros elefantes se parece mucho con la suya. Nunca han hablado de eso...Por eso no sabe que el sueño preferido de los elefantes es soñar que nadan convertidos en peces de colores.


Isabel Salas



index

jueves, 26 de agosto de 2021

PINCHAZOS



Pedacitos de metal helado clavados en mi abrigo son tus mentiras nuevas.

Traídas por ese viento tuyo, siempre tan musical, se mezclan con las antiguas y hacen ruido de collares desmontados mientras trato de abrigarme. Baratijas de lata que se ríen de mí, todo el tiempo, con el ruido de tren en marcha de tus palabras.

El abrigo es el mismo, como tu culpa, que es la siempre, pero yo no, aprendí a no vestir ropas con restos rotos de las perlas baratas ni arrepentimientos nuevos. Se clavan y duelen, especialmente esas bolitas blancas que pinchan.

Eres el único que conozco que anda por ahí llevando en los bolsillos perlas con espinas, y yo, la única, que yo sepa, que inventó mil maneras de sacudírselas para sobrevivir, en la medida de lo posible, a las alergias de sus pinchazos.

Isabel Salas

lunes, 23 de agosto de 2021

MIS DEDOS



Mis dedos están llenos de frases, transbordan, en ocasiones, como ríos desbordados, inundados de sensaciones. Realidades, espejismos, vivencias y fantasías producen emociones que caen, a menudo, como moneditas en la hucha.

Las ahorro y, puedo así,  gastarlas el día que me hacen falta. 

En otras ocasiones son lluvia en la tierra, que se comporta con la constancia despiadada de los fenómenos naturales, golpeando sin medir dolor ni alegrías, se va depositando hasta que, de pronto, noto que ya formó arroyos "arroyadores".

Lentos torrentes que me arrastran dulcemente al principio y con gran violencia después cuando terminen transformados en ríos buscadores de playas. Me convierten en canto rodado, redondeados, revolcados y acunados en remolinos furiosos.

Se confunden en mí el agua de siempre con el agua nueva, las lágrimas de risa y de dolor del pasado y del futuro.

Brotan poemas en los meandros y sólo me resta sentarme a escribir.

Dejo que mis dedos canten o lloren con los colores de los sentimientos y permito que mis ojos lean lo que ellos escriben. Les sonrío cuando se agrandan con la sorpresa que les provoca lo que los dedos dibujan.

Dedos escritores.

Mis dedos.

Dedos de colores.

Los míos.



Isabel Salas